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Tarjeta Turística de Roma
Tarjeta Turística de Roma
Este boleto combinado le da acceso a los 5 mejores lugares de la ciudad de Roma: el Coliseo (incluido el Foro Romano y la Colina Palatina), los Museos Vaticanos y la Capilla Sixtina, San Pedro (visita guiada) y Bus turístico por Roma.
Coliseo, Foro Romano y Colina Palatina: Entrada Prioritaria
Coliseo, Foro Romano y Colina Palatina: Entrada Prioritaria
Sáltate las largas colas con este boleto de entrada. Después de visitar el Coliseo, puedes ir al Foro Romano y Monte Palatino que se encuentran opuesto al Coliseo.
Museos Vaticanos y Capilla Sixtina: Sin colas
Museos Vaticanos y Capilla Sixtina: Sin colas
Saltarse la línea y visite las espléndidas habitaciones y las innumerables obras maestras de Miguel Ángel, Rafael en la Capilla Sixtina y admira enormes frescos del Juicio Final.
Borghese Gallery: Vía rápida
Borghese Gallery: Vía rápida
Galleria Borghese se encuentra en la villa del parque Villa Borghese. Es un museo lleno de arte del Renacimiento. La colección incluye varias esculturas y pinturas. No te olvides de buscar los hermosos frescos en los techos.
Basílica de San Pedro: Subida a la cúpula con guía
Basílica de San Pedro: Subida a la cúpula con guía
Aproveche al máximo su visita a San Pedro con una visita guiada para subir a la cúpula de la basílica y admirar una de las vistas más impresionantes. Después del recorrido, puede explorar el resto de la basílica a su propio ritmo
Religión en la Antigua Roma
Uno de los aspectos más populares y llamativos para estudiar en la Antigua Roma es sin duda alguna la religión. Y es que entre la fantasía y la creatividad, hubo conceptos interesantísimos que nos dan a entender las verdaderas prioridades y expectativas de los romanos para ese entonces.
Aunque sí es cierto que la religión romana tuvo muchísima influencia de la religión griega, (incluyendo las funciones de los dioses, templos para adorarlos, entre otros) estos incorporaron elementos nuevos en un contexto ya bastante distinto. Y como ya sabemos, a través de la historia el politeísmo en Roma continuó desvaneciéndose progresivamente durante la era del Imperio Romano, pero tuvo una permanencia casi absoluta durante la república y los primeros años del último periodo.
¿Cómo funcionaba el culto a los dioses?
Durante la permanencia de la religión politeísta, hubo tres tipos de cultos: el culto doméstico, el culto público y posteriormente, el culto imperial (culto al emperador), el cual se quedó activo incluso con la llegada del cristianismo.
Culto doméstico
En cada hogar había ciertos numinas o dioses que se encargaban de velar por el bien familiar, ya sea en la alimentación, la seguridad, el éxito… Había deidades específicas para adorar en los hogares, privadamente, ya que tenían funciones particulares: esto es lo que se denominaba el culto doméstico.
Dentro del culto doméstico, existían varias figuras en la familia quienes contribuirían con el bienestar de todos en el hogar:
Los Lares eran los dioses que velaban por la vida familiar y por la prosperidad. Eran pintados en las paredes o estaban en formas de estatuillas.
Los dioses Penates eran aquellos que protegían también el hogar y los derechos y deberes dentro de la vivienda. Por ellos, se hacían sacrificios pequeños. Su altar generalmente se encontraba en la cocina.
El Genius era la deidad o numen que tutelaba sobre los hombres y cosas. Se le nombraba en eventos importantes como las ceremonias nupciales. Se supone que era el encargado de determinar la condición y el carácter de las personas.
Por último, estaban los dioses pequeños que velaban sobre las actividades diarias, como la diosa que cuidaba la entrada y salida de los integrantes del hogar, el dios que velaba por el bien de los rebaños, los dioses del comer y del beber, etc.
Culto Público
En el culto público, se hablaba de dioses muy similares a los griegos, frigias y egipcios, por lo que muchos, sobre todo la triada principal (Minerva, Juno, Júpiter), tenían funciones similares. Públicamente, se entendía que cada acción grande o pequeña tenía que ver con la voluntad de las deidades.
Por ejemplo, si terminaba una guerra, probablemente se le atribuyese al dios correspondiente (Marte). Para alabar a los dioses se hacía una variedad de actos como sacrificios de animales o plegarias. Asimismo, numerosos templos fueron construidos, varios festivales y bailes fueron realizados e incluso los mismos cónsules tenían atribuciones de la religión.
Culto Imperial
En cuanto al culto imperial, este vino impuesto tras la llegada de los emperadores, específicamente a partir de la muerte de Julio César. Durante el principado de Augusto, el significado sagrado del emperador se intensificó, por lo que se construyeron templos en su honor y a su muerte, se divinizó. Esta herencia la cargaron todos los emperadores sucesores.
El surgimiento del Cristianismo
Aunque los cristianos fueron perseguidos mientras la religión politeísta se mantuvo como la oficial, durante el final del Imperio el cristianismo comenzó a abrirse paso. Tras la legalización por parte de Constantino I, el monoteísmo fue expandiéndose y tomando fuerza a lo largo de Roma. Teodosio I sería quien finalmente legitimara el cristianismo como única religión válida, así como también establecería la prohibición de la religión romana tradicional, al menos públicamente.